domingo, 10 de marzo de 2013

20130310 Parma

Una hora y media de coche separan a Milán y esa hermosa ciudad de Parma. Famosa por los duques de Parma (chiste fácil), en fin famosa por su famoso queso y su jamón, que sin ser serrano, está bastante rico.

Los dioses del tiempo y del azar se comportaron con nosotros y a pesar de una espesa niebla que nos acompañó en el trayecto, el sol brilló sin excesos pero le dio un cierto tono azul al cielo, que luego agradecen nuestras fotos.

Aparcamos el coche al azar en una zona residencial y resulta que dimos en el blanco, pues en línea recta desde esa zona se llega al centro histórico de la ciudad que era nuestro objetivo.

La verdad es que la profusión de iglesias, castillos, palacios y otros edificios históricos hizo de nuestro paseo un placer, un poco estresante pues no sabíamos bien en que punto fijar nuestros ojos y los objetivos de nuestras cámaras.

Tras un par de horas de tranquilo y relajado paseo, nos acercamos a una Trattoria donde esta vez sí, nos atendieron bien, y donde nos dieron de comer a parte del famoso jamón y del queso, al que no le hicimos ascos, nos comimos las niñas y yo una pasta, unos raviolis (de jamón, como no) y mi mujer una tagliata de manzo, que es carne de ternera cortada en lonchas pero como cocinada. Las dos cosas super ricas y muy bien de precio.

En fin proletarios de la tierra, id a Parma, que a parte de ser muy chula, se come genial...























Junto al río pudimos ver también a una piraguas que hacían carreras sobre un río color colacao...

































Desde Parma con amor, la marinfamily que no falla.

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