Milán. Primavera de 2012. 31 grados de temperatura a la sombra. Y a nosotros no se nos ocurre otra cosa que ir de paseo al Parco Sempione en el centro de la ciudad.
Arrastrando a nuestro perro, y desplazándonos de sombra en sombra, fuimos capaces de admirar (durante el tiempo que conservamos la consciencia antes de desmayarnos por una lipotimia), las bellezas que oculta éste céntrico parque milanés.
He aquí una pequeña muestra...
El Arco Della Pace.
El Arco delle Pace, está adornado con mármol de Crevola di Ossola y posee un diseño corintio. En su cima se levanta la escultura denominada “Sestiga della pace” de Abundio Sangiorio, que representa a seis caballos impulsados por una mujer que simboliza la paz. Junto a ella también destacan las estatuas de cuatro vencedores a caballo que representan los cuatro rios de Lombardía: el Po (y no es un teletubi), el Tesino, el Adige y el Tagliamento.
Naturaleza en el parque: distintos tipos de avecillas y de flores (los insectos no los retratamos ya que nos los llevamos pegados en la piel en forma de erupción volcánica)
Este es el concepto lombardo de un tren de alta velocidad, en este caso, entre el quiosco y la tienda de cacahuetes
Ponte delle Sirenette, 1842 de Francesco Tettamanzi
Accumulazione Musicale e seduta, 1973 de Armand Pierre Fernandez
Improvisada poesía escrita en Post Its a modo de flores artificiales en un árbol del parque, por un poeta (argentino?)
Bagni Misteriosi, 1973 de Giorgio de Chirico
Milán, ya empezó el calorcito, junio de 2012.
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